Sin sudar en el calor

Desierto con terere
porque hoy ya no tengo sed.
Ya no entiendo nada de cardinales,
solo se que no tengo hambre.
Acostumbrado a completar cuestionarios.
Ovejas negociando por no ser devorado,
caminando despreocupado

Pensé que el gris era el medio entre blancos y negros,
ni ángeles ni demonios acuden hoy al juego.
No me toca mover la pieza del ajedrez de nuevo.
Me levante del tablero y desde acá lo veo.
Desde afuera miro mejor el juego.
Ya no juego ajedrez y el hake mejor lo entiendo.

Entre en la cueva del lobo,
entre en recuerdos, idiomas.
No quise ser la oveja,
quise acostumbrarme en la cueva.
Callé, olí, respiré, miré, y volví