Donde está el ombligo de esa guitarra

Los gritos serán los recuerdos de esa montaña
Te acuerdas aquel profundo respiro cuando mirábamos el cielo?
Cuando no recordabas tu casa ni te apurabas en el atardecer

Tu voz se confundía entre los arboles
Tan agitados por el viento
La sangre que vive en ese bosque
El suelo lo absorbió en el tiempo

Ya nadie veía en la niebla
Y hoy es un solo un recuerdo
Son las huellas de los cabellos
De tobillos por torcerse

Muere en tus labios las canciones de otros
Y tus manos nunca se pintaron de rojo
Y tus letras solo fueron de quejas
Muere en tus labios las canciones de otros