El recuerdo de un escritorio ordenado

Ya no esta la colección de mapas en el estante.
La mochila se esconde bajo polvo en el estudio,
con buenos recuerdos de murmullos.

Aunque sigue roto el sintonizador de la radio,
no me animo a declararlo.

Vuelven los aromas en las fisuras.

Vuelven,
Los pasajes comprados de antemano,
las ganas de soltarme de tu lado,
los colores que no se quieren.

Vuelven las canciones susurradas
de los deseos sin mañana.

Sobre el escritorio ya no esta tu vestido.
Hay una hoja amarilleada,
una lista en lápiz de papel.

En el estudio,
le soplan a alguien a animarse.