Hay peldaños bien difíciles.
Escaleras con suciedad.
Y sin embargo el que se mata, vive,
y quien golpea en pesadillas perecerá.
Por eso ellos usan guantes
y respiran el aire que no hay.
Aquel que se suscribe,
leerá entre sus líneas.
Cuando el relámpago habrá el cielo en las colinas
y se muestre las mascaras de un bien y un mal.
No se acobarde quien muere,
que en los libros siempre estarán.
Por un tiempo escuchara la lista
Con un tiempo, se esparcirá